Sobrecarga muscular, síntomas y tratamiento

Sobrecarga muscular
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En el ámbito del deporte y la actividad física, la sobrecarga muscular es una preocupación común para atletas y personas activas. Se trata de una condición que puede afectar tanto a deportistas de alto rendimiento como a individuos que realizan actividades cotidianas. En este artículo, exploraremos qué es la sobrecarga muscular, sus síntomas, tratamiento, consejos de prevención y los diferentes tipos de lesiones derivadas de esta condición. Entender estos aspectos es crucial para mantener la salud muscular y prevenir lesiones a largo plazo.

¿Qué es una sobrecarga muscular?

Llamamos sobrecarga muscular a un grupo de fibras musculares que sufren una contracción involuntaria constante en un durante un tiempo determinado. Esta patología suele incidir más en deportistas, aunque es muy común que pueda aparecer en cualquier actividad de la vida diaria, como en el trabajo.

Síntomas de que tienes una sobrecarga muscular

Las sensaciones pueden ser muy variadas. La más común es sensación de fatiga muscular a la hora de reclutar dicho músculo, incluso pudiendo llegar a sentir punzadas en el área más afectada a la hora de realizar una contracción más explosiva. Si no tratamos este tipo de disfunción, a medio plazo podemos encontrarnos con dolor articular, afectación del tendón de inserción o bloqueos articulares, ya que nos vamos a encontrar un exceso de tracción muscular en una dirección disminuyendo la libertad articular completa y favoreciendo otro tipo de patologías. En la práctica del deporte, la sobrecarga muscular podría ser la culpable de una disminución del rendimiento deportivo, favoreciendo el riesgo de lesión.

Tratamiento aconsejado para una sobrecarga muscular

El mejor tratamiento para una sobrecarga muscular es el correcto descanso. Permitir a la zona involucrada un periodo de descanso necesario para que pueda regenerar el tejido afectado. Hoy en día es muy difícil aplicar este descanso de forma continuada, ya que esta sobrecarga viene dada por una actividad laboral o deportiva de cierto nivel. Es por eso que deberemos trabajar sobre la sobrecarga de forma activa a través del estiramiento el músculo en cuestión con el fin de devolver a las fibras contracturadas la longitud muscular normal del resto del músculo. Pese a que podamos ser capaces de estirar, descansar y autotratarnos de ciertas sobrecargas musculares, la mejor opción cuando se presenta esta patología es acudir al fisioterapeuta.

En fisioterapia contamos con innumerables formas de tratamiento para palear este tipo de situaciones. Por ejemplo, a través de los estiramientos miofasciales, terapia manual (para reducir la contractura en cuestión, aumentar la circulación local para favorecer los procesos regenerativos, trabajo de movilización articular para reducir la presión sobre la articulación y el tendón, etc.), termoterapia (calor local para generar hiperemia), punción seca, y muchos tipos de terapias que van en paralelo con la finalidad de relajar el tejido muscular y fascial, devolver un correcto dinamismo muscular y mejorar el funcionamiento del musculo en concreto y del conjunto del grupo muscular y articular. El fisioterapeuta nos va a ayudar a conseguir un buen estado muscular y articular, pero también nos va a decir que grado de sobrecarga podemos tener y consejos y ejercicios para en un futuro ser capaces de entender por qué aparecen y como combatirla.

Consejos para prevenir una sobrecarga muscular

Las sobrecargas son un proceso en muchas ocasiones inevitable, ya que forman parte de la actividad física regular, trabajo, hábitos, etc. Aun así, existen formas de poder controlarlas y evitar que se instauren de manera subaguda o crónica.

La más importante es el descanso. Tan importante es trabajar la musculatura como descansarla, con el fin de favorecer la regeneración y rehidratación celular de los tejidos. Una de las principales causas que provocan sobrecargas musculares es la consecución de esfuerzos físicos constantes sin el descanso pertinente entre los mismos.

Trabajar ejercicios de estiramientos con regularidad tanto después del trabajo físico como de forma independiente. Con el estiramiento muscular favorecemos que nuestras fibras musculares se reorganicen y retornen a su longitud normal y nuestros tendones y articulaciones conserven su integridad mecánica y movilidad.

Cuando no disponemos del tiempo necesario para realizar estiramientos o actividad física pertinente, el fisioterapeuta es la herramienta que tenemos para poder trabajar esas zonas que sufren excesivo estrés mecánico con la finalidad de aliviar y reducir la tensión muscular. La fisioterapia debe ser un factor a tener en cuenta no solo cuando se encuentra sintomatología, sino como un hábito regular, ya que a través del fisioterapeuta podemos tener más información sobre nuestro estado físico y conocer ejercicios óptimos para contrarrestar las sobrecargas que nos ofrece el día a día.

En definitiva, debemos mantener un buen estado de forma a nivel muscular y articular en general, a través del ejercicio físico constante, buenos hábitos posturales, descanso optimo necesario, etc. De esta manera estaremos haciendo todo lo posible para evitar y contrarrestar las sobrecargas, ya no musculares, si no articulares y globales que nos provocan las actividades del día a día.

Tipos de lesiones derivadas de las sobrecargas musculares

Hay una gran variedad de lesiones que podemos sufrir y que inician su proceso a través de la sobrecarga muscular.

La rotura fibrilar es un gran ejemplo que podemos contemplar si mantenemos una sobrecarga durante un tiempo. Si, por ejemplo, realizamos un movimiento articular demasiado amplio que precisa de un gran estiramiento de las fibras musculares y estas se encuentras demasiado contraídas o no toleran un estiramiento excesivo, podemos crear una rotura de las mismas con cierta facilidad (por ejemplo, rotura del bíceps femoral cuando golpeamos un balón con fuerza).

El excesivo estrés mecánico que genera una mayor tensión muscular debido a la sobrecarga, puede provocar inflamación aguda de su tendón de inserción, generando tendinitis agudas como por ejemplo a nivel del codo y tendón epicondíleo (codo de tenista), tendinitis rotuliana, tendinitis del manguito rotador en andadores, ,etc.

Sin llegar a instaurarse una lesión de más gravedad, podemos padecer las consecuencias más directas a corto plazo de una sobrecarga muscular a través de los calambres cuando mantenemos una actividad deportiva prolongada, por falta de resistencia muscular como por ejemplo sensación de pesadez y mala circulación en miembros inferiores.

En definitiva, hay un gran número de lesiones que podemos contraer teniendo como origen una sobrecarga muscular, ya que este musculo se encuentra limitado por sus tendones y huesos a los que se inserta. De esta manera, no solo encontraremos síntomas a nivel muscular, sino que también debemos de pensar que a medio plazo puede haber disfunciones en el plano tendinoso y articular.

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