Fascitis plantar: Qué es y cómo se cura

fascitis plantar
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La prevalencia de la fascitis plantar se estima que es entre el 3.6% al 7% de la población española, aunque, podría aumentar al 8% en la población atleta. Dicha patología es más frecuente entre los 40 y 60 años.

¿Qúe es la fascitis plantar?

La fascitis plantar es un proceso degenerativo y crónico, más que inflamatorio, que afecta a la fascia plantar o aponeurosis plantar que es un tejido fibroso organizado en bandas que se extiende desde la tuberosidad anterior del calcáneo hasta los dedos. Por esta razón, un término más adecuado sería el de faciosis o fasciopatia plantar.

La fascia plantar es una estructura musculoligamentosa, ese tejido se origina en la tuberosidad medial del calcáneo mediante la unión osteoaponeutrótica extendiéndose hasta el arco plantar anterior.

¿Qué función tiene la flascia plantar?

La fascia plantar tiene como función principal el mantener la integridad del arco plantar mediante la tensión que ejerce sobre los extremos, de esta manera forma la curvatura longitudinal de la bóveda plantar. Desempeña varias funciones más, como restringir la movilidad tangencial de la piel, proporciona unión con la piel, da contención a los músculos plantares, protege de la compresión y facilita el retorno venoso.

Causas de la fascitis plantar

La etiología es desconocida y podría relacionarse con un desequilibrio biomecánico y con microtraumas repetidos. Con frecuencia se asocia a la presencia de espolón calcáneo. Pero hay factores de riesgo favorecen su desarrollo.

Factores que pueden provocar fascitis plantar:

  • Acortamiento tríceps sural.
  • Carga de pesos prolongada.
  • Microtraumas.
  • Realización de deporte con zapatos inadecuados.
  • Posturas durante el sueño que favorezcan la contractura de los músculos de las piernas.
  • Pies planos
  • Pies cavos
  • Exceso de peso o obesidad
  • Edad entre los 40-60 (a más edad, mas probabilidad)
  • Calzado inadecuado

Síntomas de la fascitis plantar

El síntoma más característico de la fascitis plantar es la manifestación de dolor en la zona del talón. Generalmente, hay un aumento de dolor al dar los primeros pasos después de haber estado un largo periodo sentado o acostado. En la mayoría de casos también se ve un incremento de dolor y sensibilidad después de haber realizado ejercicio físico, no durante la práctica. En ocasiones este dolor puede venir acompañado de inflamación.

Tratamiento de fascitis plantar con fisioterapia

Existen múltiples opciones terapéuticas, pero su eficacia es variable y no hay evidencia científica que muestre cual es el tratamiento con más beneficio. El tiempo medio de recuperación oscila en 35 días.

En primer lugar se recomendará un tratamiento conservador que irá enfocado a reducir el dolor y estrés que se ven sometidos las estructuras blandas del pie. Seguidamente otro objetivo será aumentar la flexibilidad y fuerza muscular.

El tratamiento fisioterapéutico puede complementarse con el de otros profesionales para una mayor mejoría. Los farmacéuticos junto a los médicos podrán recomendar según el caso, antiinflamatorios o corticoides. Los podólogos aportan un análisis biomecánico del pie, para saber si la pisada al caminar o correr es correcta, de no ser así se recomendaría el uso de ortesis plantar.

Técnicas de fisioterapia para mejorar la fascitis plantar

La fisioterapia es un buen aliado para disminuir la sintomatología de la fascitis plantar y en la mayoría de casos se ayuda de las siguientes técnicas:

  • Crioterapia para bajar la inflamación.
  • TENS por su efecto analgésico.
  • Vendajes funcionales para disminuir la tensión y relajar la fascia.
  • Técnica cyriax en la inserción de la fascia para reducir tensión.
  • Masoterapia en tríceps sural para relajar la musculatura vecina.
  • Ultrasonidos para disminuir dolor y la inflamación en fase aguda.
  • Estiramientos de la cadena posterior de la pierna, para eliminar tensión.
  • Ondas de choque para eliminar las agrupaciones fibróticas que han generado la patología.

Rutina de fisioterapia para mejorar la fascitis plantar

Con una simple secuencia de ejercicios puede marcar la diferencia en la recuperación de la fascitis plantar y la calidad del tratamiento. A continuación mostraremos una simple guía de ejercicios que pueden mejorar la sintomatología:

  • Nos ayudaremos de una pelota de tenis, nos colocaremos de pie y la pelota en la planta del pie. Haremos rodar la pelota con el movimiento de nuestra pierna de forma longitudinal en la planta del pie durante 1 minuto.
  • Con una botella o lata muy fría (sacada el congelador) realizaremos pasadas en la planta del pie ejerciendo un poco de presión para someter un mayor estiramiento al arco plantar. Durante 1-2 minutos.
  • Ejercicio excéntrico de gemelos. De pie nos colocaremos de puntillas y bajaremos lento, repetir este movimiento 10 – 15 veces.
  • En esta ocasión nos ayudaremos de una toalla pequeña enrollada, con el pie derecho la pisaremos con nuestros dedos y doblaremos la rodilla derecha dirigiéndola hacia nuestro pie sin levantar el talón. Realizar los mismos pasos con el miembro izquierdo.
  • Cogeremos una toalla o banda elástica y la pondremos en la planta del pie, sentados y con la rodilla estirada traccionaremos sobre ella para estirar, manteniendo 15 segundos.
  • Realizar estiramientos de gemelos, pisamos la pared con la punta del pie y llevamos todo nuestro cuerpo hacia delante, aguantar unos 15 segundos.
  • Aplicar frio para reducir la inflamación. Se aplicará durante la fase aguda los primeros 10 – 20 días. Colocándolo 10 min. 3 veces al día.

Es aconsejable realizar la rutina de forma bilateral, para no provocar una descompensación entre ambos pies.

Se recomienda el uso de calzado adecuado para ayudar a disminuir la sintomatología, un calzado cerrado entre 3 – 5 cm de tacón, en la mayoría de ocasiones, las deportivas son el mejor aliado.

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2 comentarios en «Fascitis plantar: Qué es y cómo se cura»

  1. Hola Luz, gracias por tu pregunta.

    La elección del calzado puede variar en función de varios factores: edad, actividad física, tipo de trabajo, peso, biomecánica específica de cada paciente… Pese a ello, debemos de tener claras ciertas premisas para poder elegir un correcto calzado que se pueda adecuar a nuestro día a día y a disminuir nuestra sintomatología. Entre estas características se encuentran:

    1. Una suela rígida pero amortiguadora que proporcione una buena estabilidad al pie y a nuestra pisada y a su vez absorba los impactos.
    2. Zapato de puntera ancha, que permita la libre movilidad de los dedos y por ende, una buena funcionalidad biomecánica de la fascia.
    3. Ligero drop (diferencia de altura de retropié con respecto a antepié), lo cual nos permita reducir la tensión en el sistema aquíleo calcáneo plantar.
    4. Correcta sujeción, o bien dada por elementos tipo cordoneras o tipo velcro, que aporte buena seguridad al paciente con respecto al calzado y este se encuentre comodamente sujeto al pie.

    Espero haberte ayudado con esta respuesta. Un saludo.

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