Hematomas: Qué son, cómo tratarlos y cuándo preocuparse

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Los hematomas son lesiones frecuentes en la vida cotidiana. Aparecen tras un golpe o caída y, aunque la mayoría no son graves, es importante saber cómo tratarlos adecuadamente y reconocer cuándo un hematoma podría ser señal de un problema mayor. En este artículo te explicamos qué es un hematoma, cómo actuar en casa y en qué casos debes consultar con un profesional sanitario.

¿Qué es un hematoma?

Un hematoma, también conocido como contusión, es una acumulación de sangre bajo la piel debido a la rotura de pequeños vasos sanguíneos. Esto suele ocurrir tras un golpe o traumatismo, provocando la clásica mancha de color morado o azulado en la zona afectada.

Los síntomas principales de un hematoma son:

  • Decoloración de la piel (morado, azul, verde o amarillo a medida que se reabsorbe).
  • Hinchazón en la zona.
  • Dolor leve a moderado, especialmente al tocar la zona afectada.

¿Son graves los hematomas?

En la mayoría de los casos, los hematomas no son graves y se resuelven por sí solos en unos días o semanas. Sin embargo, hay algunas situaciones en las que es importante consultar al médico, como por ejemplo:

  • Hematomas frecuentes o sin causa aparente.
  • Un ojo morado con problemas de visión.
  • Hematomas que duran más de dos semanas.
  • Hematomas grandes o dolorosos con bulto (posible hemorragia interna).
  • Dolor intenso o persistente.
  • Hinchazón importante.
  • Aparición recurrente en la misma zona.
  • Sangrados inusuales (hemorragias nasales, sangre en la orina o en las heces).

Si presentas alguno de estos síntomas, es recomendable acudir a un profesional de la salud para descartar complicaciones.

¿Cómo tratar un hematoma?

Aunque la mayoría de los hematomas se curan de forma espontánea, existen algunas recomendaciones que pueden ayudarte a aliviar las molestias y acelerar la recuperación:

Primeras 48 horas: aplicar frío

  • Pon hielo o una compresa fría en la zona afectada durante 20 minutos, 3 o 4 veces al día.
  • El frío ayuda a reducir la hinchazón y la inflamación.
  • Recuerda no aplicar el hielo directamente sobre la piel: envuélvelo en un paño o toalla.

Reposo y elevación

  • Descansa la zona afectada y, si es posible, mantenla elevada. Esto favorece el retorno venoso y disminuye la inflamación.

Después de 48 horas: aplicar calor

  • El calor suave puede ayudar a reabsorber el hematoma y mejorar el dolor.
  • Puedes usar una bolsa de agua caliente o una toalla húmeda tibia durante 10-15 minutos.

Analgésicos y cremas

  • Toma un analgésico de uso común como paracetamol o ibuprofeno, si no tienes contraindicaciones.
  • Aplica cremas tópicas como árnica o Thrombocid, realizando un masaje suave sobre la zona. Estas cremas pueden ayudar a reducir la inflamación y acelerar la desaparición del hematoma.

Consejos adicionales

  • Evita actividades que puedan agravar el golpe en los días posteriores.
  • No pinches ni drenes un hematoma por tu cuenta. Si el hematoma es muy grande o doloroso, acude al médico.
  • Mantén el control si tomas anticoagulantes, ya que pueden aumentar el riesgo de hematomas graves.

Conclusión

Los hematomas son lesiones comunes y generalmente benignas, pero es importante saber cómo actuar correctamente ante un golpe y cuándo buscar atención médica. Cuidar adecuadamente un hematoma no solo reduce el dolor y la inflamación, sino que también ayuda a prevenir complicaciones.

Recuerda: tener conocimientos básicos de primeros auxilios es fundamental para actuar con seguridad y eficacia ante pequeños accidentes cotidianos.

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