La relación entre el trabajo, las malas posturas y las lesiones frecuentes es cada vez más evidente. En la actualidad, gran parte de la población pasa largas horas frente a un ordenador o realizando actividades que implican movimientos repetitivos, lo que aumenta el riesgo de desarrollar problemas musculoesqueléticos. Estas lesiones no solo afectan al rendimiento laboral, sino también a la calidad de vida y al bienestar general. La fisioterapia surge como una disciplina esencial para prevenir, tratar y educar a los trabajadores en la adopción de hábitos saludables que reduzcan la aparición de estas dolencias.
Lesiones laborales más comunes
Las lesiones laborales abarcan un amplio espectro de dolencias físicas que afectan principalmente al sistema musculoesquelético. Suelen desarrollarse de manera progresiva y, en muchos casos, están relacionadas con la ergonomía, la sobrecarga de trabajo o la ausencia de pausas adecuadas. A continuación, se detallan las más comunes:
Dolor lumbar y cervical
El dolor en la zona lumbar y cervical es una de las quejas más habituales entre trabajadores de oficina y aquellos que realizan esfuerzos físicos. Este dolor suele originarse por posturas mantenidas, mala alineación de la columna, debilidad muscular y, en algunos casos, estrés. Puede derivar en contracturas, hernias discales o limitación de movilidad. La fisioterapia ayuda mediante técnicas manuales, ejercicios de fortalecimiento y educación postural.
Tendinitis por movimientos repetitivos
La tendinitis se produce cuando un tendón se inflama debido a la repetición constante de un mismo movimiento. Es frecuente en trabajadores que escriben durante largos periodos, utilizan herramientas manuales o ejecutan gestos repetitivos. Los síntomas incluyen dolor localizado, rigidez y disminución de la fuerza. La fisioterapia trabaja para reducir la inflamación, mejorar la movilidad y enseñar técnicas de prevención.
Síndrome del túnel carpiano
Causado por la compresión del nervio mediano en la muñeca, se manifiesta con dolor, hormigueo y pérdida de fuerza. Es común en trabajos que requieren el uso constante del ratón o el teclado. El tratamiento incluye técnicas para liberar presión, movilizaciones específicas y mejoras ergonómicas.
Lesiones en piernas y articulaciones
Quienes trabajan de pie durante largas jornadas pueden sufrir problemas en rodillas, tobillos y pies. La falta de descanso, el calzado inadecuado o la sobrecarga favorecen su aparición. La fisioterapia recomienda fortalecimiento, ejercicios circulatorios y pautas de higiene postural.
Cómo la fisioterapia ayuda en la prevención
La fisioterapia no solo actúa cuando el dolor ya está presente, sino que también cumple un papel preventivo esencial, evaluando el entorno laboral e implementando programas personalizados que reducen el riesgo de lesiones.
Evaluación ergonómica en el trabajo
Un fisioterapeuta analiza el puesto de trabajo y propone mejoras ergonómicas como:
- Ajuste correcto de la silla y el escritorio
- Altura adecuada de la pantalla
- Uso de apoyapiés o cojines lumbares
- Equipos adaptados a cada persona
Una ergonomía adecuada reduce la tensión muscular y el riesgo de lesiones a largo plazo.
Ejercicios de estiramiento y fortalecimiento
Los programas de fisioterapia incluyen ejercicios personalizados para mantener una musculatura fuerte y flexible. Los estiramientos reducen rigidez y contracturas, mientras que el fortalecimiento brinda estabilidad. Los fisioterapeutas también enseñan pausas activas y ejercicios sencillos para realizar durante la jornada laboral.
Hábitos saludables en el entorno laboral
Adoptar hábitos saludables es fundamental. Entre las recomendaciones destacan:
- Higiene postural
- Organización adecuada de las tareas
- Pausas activas periódicas
- Mobiliario adecuado
- Buena hidratación y alimentación saludable
- Alternar entre estar sentado y de pie
Conclusión
La fisioterapia desempeña un papel fundamental en la salud laboral. No solo ayuda a tratar el dolor cuando aparece, sino que también es clave en la prevención mediante educación postural, evaluación ergonómica y programas de ejercicio adaptados. Con estas intervenciones, los trabajadores pueden mejorar su calidad de vida, reducir el absentismo y aumentar su productividad de manera sostenible.
